miércoles, 30 de enero de 2008

El tiempo pasa...



Los días se resisten a pasar,
quieren quedarse
cómodamente recostados
En el sillón
de su dulce y ficticia presencia.

Quieren sonreír con su recuerdo,
quieren palpitar en su ausente regazo
Y así evitar mojar
la sombra de su imagen.

Más no, los días pasan,
recostados o no,
sonrientes o llorones,
atemorizados o embravecidos.

Llorando los colores de un cuadro,
Sonriendo los compases de un encuentro,
Temblando en el ardor de sus pupilas.

Recostado en la fría calle,
fantaseando estar en tu regazo,
y sonriendo…
mientras…
nos ahogamos…
juntos…
en su cemento.

No hay comentarios: