viernes, 31 de octubre de 2008

La Naranja Mecánica y el proceso grupal

(Trabajo presentado para un curso de psicología social, hace ya unos cuantos años. Si no leyó a Pichon Riviere se recomienda hacerlo. Si no vió La naranja Mecánica, usted está pintado al óleo)



Breve reseña de la película (énfasis sobre los momentos grupales)


La película comienza en el bar Korova, donde Alex y sus 3 Droogos toman sustancias psicotrópicas. Posteriormente salen a la calle, golpean a un viejo vagabundo, se pelean con otro grupo de droogos y se lanzan en un auto a toda velocidad y contramano, produciendo múltiples choques. La siguiente actividad que realizan es la “suprise visit” a una casa donde viven un viejo y una mujer atractiva: al primero lo golpean hasta la parálisis, a la segunda la violan y matan. Luego descansan en el bar de Korova, donde se produce el primer emergente conflictivo del grupo. En la mesa contigua una mujer canta el himno a la alegría de Schiller, utilizado en cuarto movimiento de la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven, pieza preferida de Alex, pero no de Dim, el cuál se ríe y provoca la ira de Alex, quien lo golpea y pone en su lugar. Este conflicto emergerá otra vez en la entrada de la casa de Alex, donde Dim y Georgie intentan mediante la palabra descentrar el mando atribuido a Alex, así como cambiar los objetivos explícitos (de robos menores a “big, big money”). Ante dicho emergente Alex responde con violencia, golpeando a los dos y cortándole la mano a Dim. El conflicto concluye con la traición del grupo hacia Alex, al cuál, en medio de una “suprise visit”, lo agreden justo antes de llegar la policia, lo que imposibilita su huída. La película continua, aunque ya no el grupo como tal, por lo que la reseña termina aquí.


Análisis

El siguiente trabajo intentará utilizar la noción de grupo de Pichon Riviére para el abordaje de la famosa película “La naranja mecánica” de Stanley Kubrick. Lo que pretendemos analizar específicamente es al grupo de Alex y sus 3 droogos: Pete, Georgie y Dim. Cabe aclarar que no pretendemos una correspondencia exacta con la concepción pichoniana de grupo, en tanto que se la tome como ECRO, ya que jerarquizaría en el grupo como herramienta específica para una óptima confrontación dialéctica con la realidad, así como para el aprendizaje y el cambio.

“Grupo operativo y grupo familiar son susceptibles para nosotros de una misma definición: conjunto de personas reunidas por constantes de tiempo y espacio y articuladas por su mutua representación interna que se proponen implícita o explícitamente una tarea, la que constituye su finalidad” (Pichon- Riviére, El campo Grupal pag. 187-188) En el caso de nuestros 4 droogos el punto de encuentro sería el bar Korova, donde consumen sustancias psicotrópicas y organizan su tarea (táctica, técnica y logística, que por lo general involucra una ya planificada “suprise visit” a la casa de sus víctimas). Las representaciones comunes pueden ser fácilmente vistas en el lenguaje, donde se introducen palabras como “devotchka” (mujer con la cuál ha de realizarse el comercio sexual, sea legítimo, sea una violación), “in-out in-out” (acto sexual), “ultraviolence” (violencia), “videé” (comprender), “guillivera” (cabeza), etc. En cuanto a la tarea, esta giraría, en su forma explícita, en torno a tres actividades básicas: el clásico “in-out in-out” con una “devotchka” (sea que dicha “devotchka” lo quiera o no), robos, y la práctica adrenalínica de “ultraviolence”. Dichas tareas son realizadas en la noche, bajo la influencia de sustancias, y utilizando disfraces y bastones (los primeros para no ser reconocidos, los segundos para la consecución más efectiva de la “ultraviolence”). En cuanto a la tarea implícita, más que afirmar la centralización del trabajo en las ansiedades básicas (miedo a la pérdida y al ataque), tendríamos que analizar lo implícito como maquinaria divergente de las líneas de sentido hegemónicas, aunque esto sería adelantarnos al tercer momento epistémico.

En cuanto a los roles, tenemos a Alex (Malcolm McDowell) como el “droogo y líder”, dirigiendo la tarea con un corte que Pichon lo llamaría autocrático, lo cuál producirá conflictos que llevarán a la ruptura de Alex con el resto. El primer emergente de dicho conflicto se produce en el bar Korova, donde Dim se ríe de la mujer que canta la Oda a la alegría y es golpeado por Alex. Dicha respuesta autocrática produce una reacción hostil en Dim, que es apaciguada sólo por el miedo. Por otro lado, podemos observar también un mal entendimiento producto de una divergencia entre la verticalidad de Alex (quien es admirador de Ludwig Van) y Dim (quien probablemente no conociera la novena sinfonía) y la horizontalidad en la cual se articulan.

De todas formas el emergente es producto principalmente de la adjudicación de roles y su uso estereotipado y autocrático, y el malentendido formaría parte de la emergencia concreta, inevitable en dicha disposición. En el segundo emergente (en la entrada de la casa de Alex), se explicita la latencia del grupo, revelando Dim y Georgie sus intenciones de un cambio, “a new way” (Georgie actúa en este caso como portavoz del grupo, denunciando el acontecer grupal). El cambio implicaría una nueva disposición en los roles, donde Georgie se encargaría de la función de lider, y un cambio en las tareas explícitas, que ya no abarcarían solo robos menores, sino que se enfatizaría en los grandes (“big big money”). Dicho cambio es saboteado por Alex, aunque luego será traicionado. En este caso Alex actúa como saboteador de la dinámica del grupo, dinámica que se dirigía a una redefinición de las potestades del líder y una reformulación de las tareas explícitas a realizar y que Alex intentará evitar futilmente. Dicho evitar constituye la resistencia al cambio de dicho grupo, resistencia que emerge como consecuencia de los distintos emergentes y que operan mediante las ansiedades básicas: esquizo- paranoide (miedo al ataque) y depresiva (miedo a la pérdida).

martes, 21 de octubre de 2008

Sandman



"- ¿Sabes de que están hechos los sueños?
- ¿Hechos? Sólo son sueños.
- No. No lo son. La gente cree que no son reales porque no son materia, particulas. Son reales. Están hechos de imágenes, recuerdos y esperanzas perdidas…"






“¿Qué tal si inauguramos la celebración de la obra que tienes entre las manos definiendo de dos formas la fantasía? La primera, la que más se ve en las novelas y películas de terror, presenta una realidad parecida a la nuestra, y después postula una segunda realidad invasora, que el orden establecido que intenta tomar acaba por acomodar o desterrar. En ocasiones, como en cualquier película de exorcismo –y la mayoría de las películas de terror lo son, aunque con otros nombres- se consigue extraer la espina extraña del costado supurante de lo real. En otras, el visitante se convierte en parte del tejido de la vida ‘cotidiana’. Superman es, después de todo, una forma de vida extraña. No es más que la cara aceptable de las realidades invasoras.

El segundo tipo de fantasía es mucho más delirante. En esta clase de narraciones, el mundo entero es obsesivo y misterioso. No hay un orden establecido o sólido, sólo un conjunto de realidades relativas, individuales para cada uno de los personajes, que, en parte o en su totalidad, son frágiles y están sujetas a erupciones de otros estados y condiciones. Uno de los mejores escritores de este segundo tipo de ficciónn es Edgar Allan Poe, en cuyas febriles historias, el paisaje, los personajes –incluso la arquitectura- se convierten en vehículo de la psique atormentada y víctima de la ansiedad sexual del autor; en las que todo es posible porque los relatos tienen lugar en el cráneo del narrador.



¿Será porque el comic no está sometido al examen académico o de la crítica por lo que se ha convertido en terreno abonado para el florecimiento de este segundo tipo de ficción? En el cine, es el producto artístico casero (con Fellini a la cabeza) el que se atreve a distanciarse del naturalismo. Pero en lso últimos años los creadores del comic con más éxito han sido los que más se han apartado de la seguridad de la orilla, adentrándose en las blancas aguas embravecidas.



Por ejemplo el sr. Gaiman. En relativamente poco tiempo, sus invenciones lo han convertido en el preferido de las masas, pero sus relatos muestran el desdén más absoluto por la ordenación de las realidades. No narra historias directas o que se olviden al momento de leerlas, no proporciona soluciones moralistas tranquilizadoras. En su lugar, construye historias del modo en que un cocinero enajenado haría tartas nupciales, capa tras capa, escondiendo todo lo dulce y lo amargo en la mezcla. Los personajes que pueblan estos relatos han dejado hace mucho de cuestionarse la plausibilidad de las atrocidades que el sr. Gaiman inflige a la normalidad. Nacieron en medio de este torbellino y no conocen otra realidad. Son criaturas que sueñan sueños; y otras que sueñan con los pretendientes de lso sueños. Lo que tenemos aquí son entidades capaces de saltar de una dimensión a otra, con un sentido napoleónnico de su propio destino, y que comparte cartel con monstruitos de colores cutres que tienen aspecto de haberse escapado de los cromos que se regalan con los chicles.

En esta mezcla hay una calidad magnífica y premeditada: el sr. Gaiman es uno de esos creadores aventureros que no ve motivos para que sus relatos no acojan la comedia de golpes y porrazos, la meditación mística y la colección más macabra de asesinos en serie a este lado del Corredor de la Muerte. Realiza esta labor de combinación porque tiene un conocimiento profundo del medio y sabe dónde reside su fuerza. Tiene además –y este hecho es infinitamente más importante que ser una jóven promesa del comic- un punto de vista sobre el mundo que él expresa gracias a las posibilidades anárquicas del medio… Después de todo, ¿Dónde si no pueden convivir hombro con hombro lo glorioso, lo estúpido y lo divino? ¿Dónde si no pueden ocupar el mismo espacio los corazones de chicle, los viajantes de sueños, los asesinos en serie y las estrellas invadidas que de vez en cuando vuelven de su tumba?

Si la profusión de estas invenciones y lo absurdo, aunque válido, de algunas de las yuxtaposiciones te recuerda alguno de tus sueños mas acalorados, el sr. Gaiman ha conseguido lo que pretendía. Olvida lo que hay escrito en la portadilla. Héroe y autor aquí son sinónimos. Durante el tiempo que pases frente a estas páginas el sr. Gaiman será Sandman. ¡Mira! Te acaba de traer un sueño”.

Clive Barker, Londres, 3 de abril de 1990




viernes, 17 de octubre de 2008

Paraisos terrenales





Estimado lector,

Tengo el placer de anunciarle que de ahora en más se ha decretado que la vida tiene sentido. Que las palabras no se las lleva el viento, que las hojas permanecerán en los árboles, y nuestras simpatías, por siempre, en un regocijo eterno. Nuestros corazones palpitaran al unísono, y ningún malentendido habrá. Todos nos querremos, y dinero todos tendrán. Todos seremos bellas flores “in bloom”; nadie será feo y nadie se tirará pedos. No habrá indecencia, indiferencia, ultra-violence; tristeza, dolor, diferencia, amor, efímero placer, fealdad, deficiencias, desviaciones, ignorancia, muerte, accidentes, paralelas-que-no-se-toquen, malentendidos, perversiones, carteles de pare, traiciones, hambre, kioscos sin hojillas, saturación craneal, etcétera, etcétera, etcétera. Todos seremos un pene siempre erecto, un chinchulín siempre a punto, un sol eyaculando un día eterno. De hecho sólo el sol brillará; nada de estrellas lejanas e inalcanzables que prometan fantasías imposibles y mundos impensables. Nada de tensión y espera. Pañales para todos; nada de estar esperando a llegar al inodoro. De hecho borraremos con una goma su raya del culo. Nada de caca, nada de orín, nada de nada.


Nada de nada.

Nada de nada.

Es el fin del mundo mis amigos. ¡Acerquemos nuestras escopetas al cráneo y brindemos por un nuevo big bang!

sábado, 11 de octubre de 2008

Ciencia, patrimonio, gatos y pollos


La semana del patrimonio ha tenido como figura estelar a Vaz Ferreira (foto de arriba), uno de los más grandes filósofos de la historia uruguaya. Su preocupación por las relaciones entre lenguaje, pensamiento y realidad lo llevaron al desarrollo de una filosofía que abordó temas como la lógica, la validez del conocimiento científico, y las formas de evaluación pedagógica, ámbito al que dedicó su vida. Muy influenciado por Bergson, pensaba que el pensamiento fragmentaba la vida y la realidad, y quería devolver el estatuto pragmatico y vitalista a una ciencia que por aquel entonces desbordaba en positivismo e ingenuidad ontológica.

Uno de los encuentros fue con Albert Einstein, con quien estuvo sentado, en un tipico banquito de esos que encontramos por Montevideo. ¡Quien hubiera podido tener un grabador para registrar aquello! ¡Ojalá la física moderna se equivocara y pudiésemos retroceder en el tiempo para pegar con cinta pato un pequeño grabador digital debajo del banco en que se sentaron estos dos ilustres personajes!

Uno de los más célebres encuentros con Einstein fue el que tuvo Erwin Schrödinger, en una de las tantas correspondencias que Einstein tenía luego de meter el dedo en el enchufe. La misma llevó al experimento mental conocido como "El gato de Schrödinger" -Si bien recuerdo y corrijanme de no ser asi-. Supongamos tenemos una caja cerrada. Dentro de ella hay un gato y una botella de veneno conectada a un dispositivo que se activa únicamente si una particula emite determinada radiación en menos de determinado tiempo. En el caso de ser así el veneno se libera y el gato muere. La probabilidad que la radiación sea emitida en ese tiempo es un 50 por ciento. Ahora bien, dada las leyes de la probabilidad cuantica, en tanto no abramos la caja el gato esta en un estado de indeterminación: está muerto y no muerto a la vez (de ahi la cara de preocupación que el pobre gato tiene en la foto). Cuando abramos la caja modificaremos el estado del sistema, de igual manera que por el principio de indeterminación de Heisenberg la misma medición influye en el electrón al intentar determinar su posición y movimiento. Este principio cuántico nos puede servir como analogía de un problema general. Se trata de como la misma percepción de las cosas determina la realidad a observar:

“Los contornos distintos que atribuimos a un objeto, y que le confieren su individualidad, no son más que el esbozo de un cierto tipo de influencia que nosotros podríamos ejercer en un cierto punto del espacio: es el plano de nuestras acciones eventuales que es devuelto a nuestros ojos, como a través de un espejo, cuando percibimos las superficies y las aristas de las cosas” (Bergson, La evolución creadora).

Si la percepción del mundo es un asunto pragmático entonces toda ontología del objeto se derrumba, en tanto sus propiedades dependen de un sujeto que lo determina, por lo menos en cierta medida. Esta idea ya estaba en Nietzsche al criticar el dogma cientifico de lo que él llamaba la "inmaculada percepción", o en Carlitos Marx, al mofarse de el idealismo que analizaba la pera buscando su esencia y olvidaba que la pera había que comerla. Una postura pragmática implica concebir a las verdades científicas en su realidad instrumental y su desarrollo, dado que ningún saber es absoluto o definitivo. El desarrollo no sólo depende de las variables relativas al método experimental, sino también a aquellas vinculadas a la comunicación y las relaciones de poder en el seno de la comunidad científica. La verdad es instrumental y operatoria.

El hombre se encuentra seguro en la regularidad, necesita de la repetición. En nuestras vidas el mismo hábito instintivo tiene cierta raiz inductivista. Buscamos regularidades en las que asentar nuestro saber. Desarrollemos un poco esta idea de Bertrand Russell (el de la foto... la del pollito no che! la del que esta como loco con su pipa...). Erase una vez un pollo, (esta vez si el de la foto) al que todas las mañanas le daban de comer. El pollo como buen inductivista pensaba que todas las mañanas serían iguales hasta que un día amanece en la bandeja de una familia de campaña, o bien en alguna sucursal de Calprica. Confió en que su comida era como el sol que salía todas las mañanas; terminó sin sol ni son.

El pollo ahora si que sabe,


sabe bien con fritas...



(estoy jugando con la polisemia, atenti al gol).




Me vino hambre me parece que me voy a comer.

Por las plumas de mi abuela, dijo Pato Aparato,
y activó lo último en tecnologia biocibernética.
Recuerden eso si,
que detrás de los valores
que el héroe defiende
se encuentra Tio Rico
y su gran arca de caudales.



martes, 7 de octubre de 2008

Agujeros negros tragando una sociedad banal




http://www.youtube.com/watch?v=qiSkyEyBczU

"In my eyes
Indisposed
In disguise
As no one knows
Hides the face
Lies the snake
The sun
In my disgrace
Boiling heat
Summer stench
neath the black
The sky looks dead
Call my name
Through the cream
And Ill hear you
Scream again

Black hole sun
Wont you come
And wash away the rain
Black hole sun
Wont you come
Wont you come

Stuttering
Cold and damp
Steal the warm wind
Tired friend
Times are gone
For honest men
And sometimes
Far too long
For snakes
In my shoes
A walking sleep
And my youth
I pray to keep
Heaven send
Hell away
No one sings
Like you
Anymore

Hang my head
Drown my fear
Till you all just
Disappear"