Recuerdo su rostro
Marcado y curtido,
Opaco y sinuoso
Forjado
Bajo el rubio tabaco
De su sucio pelo añejo
Su sonrisa era maligna
Como cualquier tristeza que se vuelve sedición;
Como cualquier poesía que se vuelve violenta;
Como cualquier lágrima que decide estampar
su verdad contra el piso.
Era un tipo pobre;
Su humor era filoso,
Su hablar era áspero.
Y si bien su odio era intenso
Su mirada penetraba
Aquellas cosas
Que el muro de nuestra comodidad
No nos permite observar.
1 comentario:
sip, un accidente de tránsito...
dentro de todo la saqué barata y la voy llevando bien, un poco aburrida, pero bueno..
lindo texto :)
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