sábado, 29 de marzo de 2008

Pobre e inteligente




Recuerdo su rostro
Marcado y curtido,
Opaco y sinuoso
Forjado
Bajo el rubio tabaco
De su sucio pelo añejo

Su sonrisa era maligna
Como cualquier tristeza que se vuelve sedición;
Como cualquier poesía que se vuelve violenta;
Como cualquier lágrima que decide estampar
su verdad contra el piso.

Era un tipo pobre;
Su humor era filoso,
Su hablar era áspero.
Y si bien su odio era intenso
Su mirada penetraba
Aquellas cosas
Que el muro de nuestra comodidad
No nos permite observar.