
Recuerdo su rostro
Marcado y curtido,
Opaco y sinuoso
Forjado
Bajo el rubio tabaco
De su sucio pelo añejo
Su sonrisa era maligna
Como cualquier tristeza que se vuelve sedición;
Como cualquier poesía que se vuelve violenta;
Como cualquier lágrima que decide estampar
su verdad contra el piso.
Era un tipo pobre;
Su humor era filoso,
Su hablar era áspero.
Y si bien su odio era intenso
Su mirada penetraba
Aquellas cosas
Que el muro de nuestra comodidad
No nos permite observar.
sip, un accidente de tránsito...
ResponderEliminardentro de todo la saqué barata y la voy llevando bien, un poco aburrida, pero bueno..
lindo texto :)